Sin taxis, o con un número muy pequeño de ellos casi a modo de servicios mínimos, se quedó ayer la ciudad de Palencia durante una hora. La razón fue la protesta organizada por el sector a nivel nacional para instar al Gobierno y a las administraciones a mantener y hacer cumplir la regulación existente sobre las liciencias de arrendamiento de vehículo con conductor (VTC) que están siendo utilizadas por gigantes tecnológicos como Uber o Cabify en las grandes ciudades como Barcelona o Madrid.