«Me siento un privilegiado por acabar líder del escalafón"

JORGE CANCHO
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Esta temporada, tras debutar con los del castoreño en abril, finalizaba líder del escalafón novilleril con 33 festejos, 30 orejas y un rabo. Temporada de rodaje en la que faltaron plazas de máxima responsabilidad en las que espera estrenar

«Me siento un privilegiado por acabar líder del escalafón" - Foto: Óscar Navarro

Transcurrido un par de meses desde que finalizó la temporada, ¿qué balance hace de lo que dio de sí 2018 para usted? 
He finalizado el año con un alto número de novilladas que me han servido, sobre todo, para ir cogiendo más oficio y una mayor confianza en esta temporada de rodaje. Pienso que me va a ayudar mucho todo ello para encarar 2019 de una manera distinta. 

Fue el año de su debut con caballos, en el que concluyó como líder del escalafón, algo que no suele ser muy habitual...
Soy consciente de que lo que he hecho no es lo normal, de ahí que me sienta un auténtico privilegiado por haber quedado en lo más alto del escalafón el mismo año en el que se producía mi debut con caballos. Ahora lo que he de hacer es seguir sumando triunfos como hasta la fecha, al ser esta la mejor fórmula para mantenerte ahí arriba.  

 

Su bagaje como novillero sin caballos fue importante. ¿Qué destacaría de aquella época?
Me quedo con el alto número de novilladas que pude lidiar durante 2016 y 2017, alrededor de unas 60, y el hecho de haber pisado cosos de gran categoría como el de La Glorieta de Salamanca y, sobre todo, los de Las Ventas y La Maestranza, dos plazas con personalidades muy diferentes. 

 

Vamos, que llegó muy puesto a ese  debut con los del castoreño en abril en Santa Cruz de Mudela. ¿Qué tal le fue el paso del eral al utrero? 
Fue un cambio grande, nada tiene que ver uno con el otro, varían la expresión, las hechuras y, de manera especial, la importancia que se da al utrero. Sin caballos, el eral se mueve más, pero con los del castoreño, sin llegar a serlo, sale el toro. En cualquier caso, un cambio que siempre  es a mejor, pues te encuentras más cuajado y te sientes mejor con esa embestida más pasada del utrero.  

 

Una temporada con 33 festejos, 30 orejas y un rabo. Para ser la de rodaje, no estuvo nada mal. Obviamente, faltaron las plazas de máxima responsabilidad...
El número de trofeos que conseguí en este 2018 se puede considerar alto, al igual que la regularidad que mostré a lo largo del año. Como decía antes, para ser una temporada de rodaje no está nada mal. Lo que espero ahora con ganas es 2019, en la que mi mayor objetivo es pisar esas plazas de máxima responsabilidad en las que este año no pude hacer el paseíllo.

 

En cuanto a la tarde más redonda, en la que más a gusto se encontró, ¿cuál fue?
Hubo varias, pero de entre todas ellas pienso que me quedaría con la toledana de Torrijos, en la que corté dos orejas a un novillo de Alcurrucén, en festejo televisado por Castilla-La Mancha, de ahí que la repercusión fuera alta. Fueron faenas en las que cuajé a mis novillos con mucho temple. También estuve muy a gusto en Ampuero, con los de Luis Algarra, y en Azuqueca de Henares, con utreros de Montealto.

 

La espada le jugó alguna que otra mala pasada. Vamos, que sufre el mal del novillero...
Se me han ido muchos triunfos por los aceros y la racha no ha sido puntual, sino que se ha extendido a lo largo de toda la temporada. Lo que espero es poner solución a este mal durante el invierno para que no vuelva a suceder.  Creo que la solución está en la confianza en uno mismo, ni más ni menos.

 

Entrenando este año con Uceda Leal, a poco que se aplique seguro que acabará matándolos bien
Jose Ignacio me ha enseñado que lo que tengo que hacer es disfrutar de la suerte suprema, ejecutándola de manera bonita, con expresión, gustándome en ella. Ahora, todo ello lo tengo que llevar a la práctica que es lo difícil, pero en el camino estamos.

 

El sello qué distigue a Alfonso Ortiz, ¿cuál es?
Apuesto por lo clásico y me veo con pellizco.  Podría decirse que me considero un torero artista. 

 

Los maestros que más le inspiran, ¿quiénes son?
Me gusta beber de muchas fuentes para sacar una conclusión conjunta de cómo quiero que sea Alfonso Ortiz, pero para mí Manzanares padre y Morante son mis referentes. 

 

De los compañeros con los que ha compartido escalafón, ¿a quiénes ve como principales rivales a batir?
Podrían ser Francisco de Manuel, Adrien Salenc, Ángel Téllez. He toreado con todos ellos, con los que mantengo una gran relación y son con los que quiero codearme este año.

 

¿Cómo se presenta el invierno y cómo será la preparación? 
Si el pasado fue intenso, este invierno que ya tenemos encima aún lo será más. Pienso basarme fundamentalmente en la preparación física, en la mentalización de como va a ser la temporada y en hacer el mayor número posible de tentaderos.