La CSU cede la mayoría absoluta en Baviera

SPC
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Los aliados de Angela Merkel ganan las elecciones de una región clave, pero pierden parte de su poder en favor de los ecologistas, que suben 10 puntos, según las primeras encuestas

El electorado de Baviera dio ayer otro golpe a los aliados de la canciller alemana, Angela Merkel, al apear de la mayoría absoluta a la Unión Socialcristiana (CSU) y hundir a los socialdemócratas en un resultado electoral catastrófico, mientras relanzó a los Verdes al segundo lugar en ese tradicionalista land.

Según las primeras proyecciones coincidentes de las televisiones públicas ARD y ZDF, la CSU, partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la dirigente, obtendría un 35,4 por ciento de apoyo, más de 11 puntos menos que en las regionales de 2013 y los peores resultados para la formación desde 1954.

Los Verdes lograrían un 18,9 por ciento, 10 puntos por encima que en los anteriores comicios regionales y el mejor resultado de la historia en esta región para la formación ecologista, que se convertiría así en candidato preferente a ser el socio que precisa la CSU, pese a las diferencias que los separan.

En disputa por la tercera posición estarían, de acuerdo a esos sondeos provisionales, los llamados Electores Libres -una escisión derechista de la CSU con fuerte arraigo a escala municipal en Baviera- y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), en el 11,6 y el 10,9 por ciento, respectivamente.

Especialmente dramática es la posición del Partido Socialdemócrata (SPD), hasta ahora segunda fuerza regional e integrante de la coalición de Merkel en Berlín, que se hundió hasta tener solo el 9,5 por ciento de las papeletas, su récord histórico a la baja.

Completará la cámara regional el Partido Liberal (FDP), única formación con experiencia como coaligado del CSU, ya que formó Gobierno con los conservadores entre 2008 y 2013, pero que por sí solo no podrá dar la mayoría que precisa, pues se quedó en un 5 por ciento.

Los vencedores morales de las elecciones fueron los Verdes, no solo por su segunda posición, sino también porque esto se produce cuando los sondeos en intención de voto a escala nacional los disparan también por encima del SPD.

La formación ecologista tendrá una nueva oportunidad para consolidar su avance dentro de 15 días, en los comicios regionales de Hesse -el Estado de Fráncfort, la capital financiera del país-, donde son ya socios minoritarios en la coalición regional que lidera la CDU.

La ultraderecha se habría quedado algo por debajo de la media nacional alcanzada en las generales de 2017 -un 12,6 por ciento-, en un land donde el voto conservador se reparte entre varias formaciones consolidadas, como la CSU y los Electores Libres. Pero con los escaños logrados ayer significa que tiene ya representación parlamentaria en 15 de los 16 länder del país, a los que previsiblemente se sumarán los de Hesse.

Al margen de la sacudida a escala de Baviera, los resultados son un golpe para la gran coalición entre CDU/CSU y SPD que encabeza la canciller, que se selló en marzo tras un trabajoso proceso negociador y cuya gestión de Gobierno ha estado lastrada por sucesivas crisis.

El principal motor de los disensos ha sido el líder de la CSU y ministro del Interior, Horst Seehofer, quien profesa una manifiesta antipatía hacia Merkel y ha amenazado repetidamente con romper la coalición. Las diferencias se extienden asimismo dentro de la CSU, por la asimismo conocida rivalidad interna entre el líder del partido, Markus Söder.