Subastó durante 45 años los pasos de la Semana Santa de la villa a las puertas de la iglesia parroquial de San Juan y elaboró el primer censo del municipio montañés. Comenzó a trabajar bien joven en Antracitas de Velilla y después pasaría por la Sociedad Minera San Luis, La Viuda y Maycofer antes de incorporarse a la factoría de Explosivos Río Tinto, donde se retiró después de 22 años de trabajo en la planta química. Es un gran aficionado a los toros y conserva una memoria privilegiada.