Castilla y León incumplirá este año el objetivo de déficit del 0,4 por ciento y cerrará el ejercicio con una desviación de dos décimas, hasta el 0,6 por ciento, según las proyecciones recogidas en el Observatorio Fiscal y Financiero de las Comunidades Autónomas de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

El documento explica que su estimación se basa en el saldo en términos de Contabilidad Nacional a julio, corregido descontando los anticipos, las entregas a cuenta de enero-julio de 2017 recibidas en julio y agosto y extrarodinarios, que se situó en los menos 413 millones. El cálculo tiene en cuenta también los 154 millones de diferencia pendiente de entregas a cuenta 2018-2017; el incremento del resto de ingresos de 23 millones, y el aumento del gasto no financiero homogéneo de 108 millones.

A parte de estos ajustes extraordinarios, Fedea identifica en Castilla y León un gasto no recurrente por importe de 171 millones de euros derivado de unos anticipos de subvenciones y de las cuotas a la Seguridad Social del personal del organismo autónomo Gerencia Regional de Salud de Castilla y León, como refleja el Plan Económico-Financiero 2018 -2019 de esta Comunidad.

El análisis recogido por Ical, incluye una proyección de ingresos y gastos a cierre de 2018. En el primer caso, el de los ingresos, la Comunidad sumará 8.841 millones de euros, con un aumento respecto a 2017 del 2,9 por ciento; mientras que los gastos ascenderán a 9.185 millones, con una subida del 0,2 por ciento. Así, se estima una proyección de saldo de menos 344 millones, el 0,6 por ciento del PIB.

Las comunidades cumplirán en su conjunto

El informe asegura que el conjunto de comunidades autónomas cumplirá el objetivo de déficit del 0,4 por ciento en 2018, a pesar del incumplimiento de manera individual por nueve de ellas.

En concreto, junto a Castilla y León, se desviarán del camino marcado por el Gobierno, Murcia, con un déficit del 1,6 por ciento; Valencia y Baleares, 1,2 por ciento; Castilla-La Mancha, uno por ciento; Aragón, 0,8 por ciento; Cantabria, 0,7 por ciento; Extremadura, 0,6 por ciento; y Cataluña, 0,5 por ciento.

En cualquier caso, Fedea prevé que las comunidades autónomas en su conjunto cumplirán con el objetivo de déficit previsto para 2018 porque “el objetivo de déficit solo se ha reducido en dos décimas, del 0,6 por ciento del PIB en 2017 al 0,4 por ciento del PIB en 2018, y las comunidades autónomas van a disponer de un crecimiento de los recursos del 0,7 por ciento del PIB en 2018”. “Sin embargo, es importante señalar que el gasto presupuestario homogéneo está creciendo cerca del cuatro por ciento, lo que puede poner en peligro la consolidación fiscal de los ejercicios siguientes”, añadió.

En dicho informe, además, la proyección de ingresos a cierre de 2018 es un 4,5 por ciento superior que el valor de cierre de 2017, mientras que los gastos proyectados a final de año crecerán un 4,4 por ciento.

En este sentido, Fedea explicó que “los ingresos se han visto afectados por la prórroga de los Presupuestos de 2017 durante los primeros seis meses del año”, mientras que “con la aprobación de los PGE de 2018 en el mes de junio, las entregas a cuenta se han revisado al alza para la segunda parte del año, lo que supondrá un aumento de los ingresos”. Así, el aumento de los recursos del Sistema de Financiación previsto en los PGE de 2018 es del 3,8 por ciento (3.800 millones) para todo el año.

Por otro lado, la fundación señaló que, hasta julio 2018, las comunidades autónomas presentaban “un aumento del gasto no financiero en términos homogéneos por encima de lo permitido por la regla de gasto”, al crecer un 3,7 por ciento, cuando la regla de gasto fija un tope del 2,4 por ciento para 2018.

En términos de Contabilidad Nacional, las autonomías presentaron hasta julio un saldo corregido de anticipos “con ligero superávit” (0,06 por ciento del PIB), mejorando así en 1.700 millones el registro de julio 2017 (menos 0,08 por ciento PIB).