Hace ya casi una semana que la nueva joya del servicio de transporte urbano entró en funcionamiento y todavía sigue generando expectación entre los viajeros. Ojo no en todos, porque para un sector de los usuarios lo que importa es que llegue puntual, con asientos libres y les lleve a su destino, ya sea un autobús eléctrico, uno diésel o, puestos, uno tirado por caballos.En cualquier caso, el híbrido estrenado el pasado jueves por Palbús está cosechando buenas críticas. Al menos ninguna contraria. Ni de los usuarios, ni de los conductores ni de la propia empresa que lo gestiona.