El ministro aseguró que "hay un interés general en mantener las centrales" de Lada y Velilla, dos plantas que "entran de forma habitual en el mercado energético".Álvaro Nadal justificó esta afirmación en que si no hubieran estado operativas en los últimos 3 años, el precio de la luz hubiera repercutido en dos euros y medio al año en la factura. Iberdrola mantiene su intención de cierre, que ahora está en manos del Gobierno central. El Real Decreto continúa su curso al no alcanzarse un acuerdo.