Unas 200 personas exigieron ayer ante el centro de salud de Frómista que la Junta de Castilla y León mantenga como hasta ahora la prestación del servicio de urgencias sanitarias en la zona básica de la localidad, de la que dependen una veintena de localidades. Esto es, que durante las noches y los fines de semana siga habiendo dos médicos y un profesional de enfermería. El Sacyl anunció hace unos días que su intención es dejar en esas guardias, además de un enfermero sólo un médico.