No es la patata un cultivo autóctono en El Boedo-Ojeda como no lo es en Palencia, ni en Castilla, ni en España, pero desde que este tubérculo llegó Allende el Atlántico debió coger cariño a estas tierras marrón oscuro, con buen drenaje, temperatura agradable para crecer... Y aquí echaron raíces hasta la actualidad.
Unas raíces a las que en esta comarca se encomienda, entre otras cosas para que sus valores, no queden enterrados por el paso del tiempo y la despoblación que todo lo toca y lo seca como el escarabajo de la patata. «Tenemos que tener en cuenta que no lo hacemos todo bien o que está todo conseguido, pero tampoco está todo perdido, no ni por conseguir», contra la despoblación afirmó ayer, durante la apertura oficial de la Feria de la Patata del Boedo y La Ojeda, el presidente de la Mancomunidad de Servicios de la comarca, Carmelo Blázquez.

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