Óscar Gálvez

Óscar Gálvez

Periodista. Director editorial Castilla y León Promecal


Aznar derrota a los moderados

20/01/2019

No es nuevo. La campaña de las elecciones municipales y autonómicas va a estar excesivamente contaminada por la política nacional. Va a resultar una tarea compleja hacer bajar a debates en clave local --y especialmente a la regional-- a aquellos candidatos a los que más les conviene mantener alta la tensión con asuntos como el problema catalán o la inmigración. A continuación figuran los que se pueden ver arrastrados a la necesidad de entrar a ese trapo por el miedo a que se les escapen votos por la derecha y, por último, quienes darían todo lo que tuvieran por no tener que escuchar las palabras Cataluña, sumisión e independentistas en los próximos cinco meses. De entre todos, solo los primeros se sienten seguros ahora en la arena política. No tienen nada que perder. El resto anda preocupado por las cuentas que hacen en función de si moderan su discurso o lo endurecen.

La convención del Partido Popular que acaba hoy en Madrid ha reunido a cargos de la formación de toda España, algo más de trescientos procedentes de Castilla y León.  Todos ellos con el mismo objetivo y con los mismos temores. Ahora bien, el cónclave ha constatado que en la manera de afrontarlos no hay unanimidad por mucho que José María Aznar pusiera en pie a los asistentes con un discurso que tenía como destinatario al votante que se ha alejado del PP por su supuesta tibieza y falta de firmeza en la etapa de Mariano Rajoy. Ni punto de comparación entre los aplausos recibidos por uno y otro.  Mensaje muy nítido para tratar de convencer a aquellos que tienen en su cabeza votar a VOX, que a su vez causa preocupación en algunas delegaciones. Por ejemplo, la de Castilla y León, donde abundan los partidarios de la sugerencia de moderación lanzada el viernes por Alberto Núñez Feijoo frente a la de adentrarse de nuevo en el aznarismo. Un Núñez Feijoo que, de hecho, convirtió en protagonista inesperado al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, precisamente para ensalzar ante más de 2.500 compañeros de partido de toda España su estilo de hacer política. No fue una referencia sin más, tenía medida la carga de profundidad hasta el punto de que después de escuchar ayer a Aznar es posible que ya temiera el viernes lo que iba a ocurrir y tratase de vacunar al ala moderada del partido ante lo que venía al día siguiente. Y para el presidente de Galicia, como para muchos miembros más de esa familia popular más centrista, Herrera es un referente.

La delegación de Castilla y León regresa de Madrid tal y como llegó: con la certeza de que lo que tengan que hacer en los próximos meses para lograr sus objetivos no lo iban a aprender en la convención nacional, donde la única idea nueva fue recuperar el viejo aznarismo. Solo con que fuese más moderna --que lo ha sido-- no era suficiente.