Ángel Salamanca ha tomado esta decisión tras la falta de apoyos que permita la continuidad del comedor social. Por el momento nadie se ha puesto en contacto con él que esté dispuesto a echar una mano y permita continuar con esta labor. No es la primera vez que el comedor social se encuentra en una situación límite, hace un año consiguió evitar el cierre gracias a una donación de un empresario palentino. El presidente de la Asociación Benéfica Virgen de la Soledad confía en poder continuar con la nave del polígono en la que los sábados reparten alimentos a 120 familias.