Los empresarios adjudicatarios de la gestión del espacio Hierro y Cristal, que cerró sus puertas en la calle José María Hernández el pasado 1 de noviembre, reclaman al Ayuntamiento 129.000 euros, según ha podido saber este periódico. Una exigencia económica en concepto de lucro cesante, es decir, por la pérdida de las ganancias legítimas o de utilidad económica como consecuencia del cierre al que, siempre según la empresa, se han visto obligados por la inacción del Consistorio a la hora de tomar las medidas oportunas para garantizar la habitabilidad del gastrobar. Más información, en DP