El cerdo, bajo el paraguas

E.M.
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El agua no pudo con una fiesta en la que no faltó música, gastronomía y cultura

El cerdo, bajo el paraguas - Foto: Sara Muniosguren

Que la matanza del cerdo es una de las tradiciones más importantes del invierno en el medio rural quedó claro ayer en Becerril, pues las inclemencias meteorológicas, en especial la lluvia, quiso protagonizar una jornada en la que el cerdo ya había pedido su turno. Pese a todo, el hecho de que esta actividad supusiera antaño el principal aporte energético anual a la despensa familiar, quedó demostrado con la presencia de pequeños y mayores que no quisieron perderse una práctica que ha marcado los inviernos de muchas generaciones en el pueblo.

Tras la celebración de la misa en la iglesia de Santa Eugenia, se produjo la bendición de los animales, como es propio por San Antón, pero en esta ocasión tuvo que hacerse bajo el amparo de soportales y paraguas, pues el agua hizo acto de presencia durante toda la mañana. Este fue también el motivo por el que, por unos momentos, se dudo si realizar la matanza, pero la ilusión y el trabajo desarrollado los días previos hicieron que comenzara enseguida el chamuscado del animal, así como su posterior cuelgue y destace.

Mientras, en las dependencias municipales, las amas de casa del municipio remataban el trabajo realizado durante toda la semana con la preparación de morcilla y jijas para su posterior degustación. «Es una pena que la lluvia haya deslucido la fiesta, pues son muchas las personas que se implican en la celebración de esta jornada, pero hay que disfrutar de lo que tenemos», destacó el regidor, Mario Granda.

Tampoco faltaron pastas y orujos, así como productos típicos de la gastronomía palentina que se vendieron en las casetas instaladas  bajo los soportales. La música de una charanga, así como una actuación de magia a cargo de Óscar Escalante pusieron la guinda a una jornada en la que, a pesar del tiempo, no faltó la diversión y las ganas de hacer comunidad por parte de los vecinos e hijos del pueblo reunidos en torno a la matanza.