En busca de un tratamiento para la fobia social

Carlos H. Sanz
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El CAUPA colabora con la Universidad de Granada para investigar un tratamiento sobre la fobia social

En busca de un tratamiento para la fobia social

El servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial Universitario de Palencia participará en un proyecto de investigación con la Universidad de Granada para estudiar la eficacia de un nuevo tratamiento para la fobia social.

El programa en el que el servicio va a colaborar, se va a desarrollar en 13 países de habla hispana y consiste en la evaluación del tratamiento denominado IMAS que agrupa un conjunto de las intervenciones psicológicas demostradas más eficaces en este campo y estructuradas y evaluadas para comprobar su resultado al frente al tratamiento convencional.

El diseño del estudio cuenta con la aceptación del Comité de Ética en la Investigación del Área de Palencia y de la Dirección del Complejo Asistencial Universitario de Palencia.

La fobia social, también llamada ansiedad social es un trastorno psiquiátrico frecuente que puede afectar anualmente entre el 2 y el 5% de la población y que se caracteriza por el miedo intenso a aquellas situaciones sociales en las que la persona se expone públicamente a la observación de los demás. Estos sujetos sufren intensamente en estas circunstancias, y las evitan, incluso a costa de perder oportunidades como trabajos, ascensos laborales o disfrutar de manera agradable de espectáculos y actividades públicas. La ansiedad a estas situaciones incluye el miedo a hablar delante de desconocidos, o simplemente ante la posibilidad de ser objeto de miradas con el temor de equivocarse, tropezar o hacer algo inadecuado y ser objeto de vergüenza o humillación. En ocasiones graves el temor lleva a estos pacientes a recluirse en sus domicilios o ingerir dosis altas de alcohol o ansiolíticos para poder enfrentarse a las circunstancias temidas con el riesgo implícito de presentar las complicaciones del consumo. Muchos pacientes rehúsan a acudir a su médico para hablar del tema por vergüenza o por entender que su problema no tiene solución. Se recomienda, sin embargo, realizar un abordaje precoz para evitar la cronicidad y las complicaciones con otros trastornos psiquiátricos como depresión, trastorno por ansiedad generalizada, o agorafobia.

La etiología como en otros trastornos psiquiátricos es desconocida. Se ha demostrado una base genética, se sabe que los familiares directos tienen entre 2 y 6 veces más probabilidades de padecerlo. La ansiedad social suele empezar tras la pubertad, aunque cierto grado de timidez puede ser considerado normal. En la fobia social persiste más allá de esta etapa con una afectación progresiva durante la edad adulta con mayor ansiedad y reducción de actividades por lo que suele ser el mejor momento para plantearse seriamente la posibilidad de tratamiento. La ansiedad social es más frecuente en las mujeres, pero son los hombres los que acuden a consulta con mayor frecuencia. Es posible que medie la persistencia de factores culturales, sociales y laborales en esta diferencia entre sexos. De cualquier manera, tanto en varones como y mujeres existen grandes diferencias estadísticas entre los numerosos casos detectados en los estudios de campo y el reducido grupo que se anima a acudir a los profesionales para tratarse.

La participación es voluntaria, para ello los pacientes propuestos deberán firmar un consentimiento informado y realizar una serie de entrevistas y pruebas que permitan evaluar si el caso reúne las características requeridas para poder ser incluido en el estudio. En la actualidad el proyecto ya se ha iniciado en algunos centros fuera de nuestras fronteras, y en España el equipo de la Universidad de Granada bajo la dirección de su catedrático Vicente Caballo quien es el autor principal del proyecto, ya ha comenzado el reclutamiento de los casos.