Calviño prevé que España cierre 2018 con un déficit del 2,7%

SPC
-

El Gobierno destaca que las perspectivas de crecimiento son positivas en el mercado nacional, pero reconoce que para 2019 será necesario un ajuste de nueve décimas por la desaceleración

Calviño prevé que España cierre 2018 con un déficit del 2,7% - Foto: Emilio Naranjo

El Gobierno mantiene en las últimas semanas numerosos frentes abiertos que trata de contrarrestar con noticias más positivas. El varapalo electoral en Andalucía, el ascenso del paro en el mes de noviembre, la dificultad para aprobar los presupuestos del 2019 o las llamadas de atención de Bruselas, el FMI o la OCDE dejan una foto que pone en duda las políticas de Pedro Sánchez.

Para contrarrestar las críticas, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, aseguró ayer que España está «absolutamente en línea» de cumplir el objetivo de déficit del 2,7% para este año y de poder cerrar «incluso» con una deuda pública por debajo del objetivo del 97% del PIB comprometido para este ejercicio, además de augurar el cumplimiento de la previsión de crecimiento del 2,6% en 2018. 

«Estamos absolutamente en línea para cumplir el objetivo de déficit del 2,7%, es una muy buena noticia porque nos permitirá salir del brazo correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento», declaró. 

Según el Ejecutivo, el objetivo para este año de déficit del 2,7% del PIB es «realista» y es lo que «venían recomendando y advirtiendo todos los organismos», mientras que para 2019 se contempla un ajuste de nueve décimas, hasta el 1,8%, por la desaceleración lo que supone una mayor disciplina fiscal que en los últimos años. 

La ministra destacó que, pese a los ajustes que han recomendado los organismos internacionales,  sus previsiones del PIB nacional están alineadas con las estimaciones del Ejecutivo, que apuntan a un avance del 2,6% este año y en torno al 2,3% en 2019. 

A este respecto, apuntó que la AIReF publicó sus previsiones que marcan un avance del PIB del 0,7% en el cuarto trimestre y del 2,6% en el año, y que los últimos indicadores económicos conocidos apuntan a que «en principio sí» se registrará un crecimiento del 2,6% en 2018. 

Además, aclaró que el plan presupuestario contempla un impacto «neutral» sobre el crecimiento y recoge un avance del 2,3% para el próximo año, por lo que si finalmente los Presupuestos de 2019 no ven la luz, se mantendría los pronósticos para 2019. «No tiene impacto ni restrictivo ni expansivo sobre el crecimiento», enfatizó. 

Además, subrayó que las perspectivas son «positivas» para el mercado laboral, a pesar de que las cifras de paro rompieron la tendencia de los últimos dos años al bajar en noviembre en 1.836 personas. 

Después de que el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, anunciase la semana pasada que se emitirán este año 5.000 millones menos tras haberse alcanzado ya las necesidades de financiación, Calviño avanzó que la deuda pública se podría situar incluso por debajo del objetivo del 97% marcado para este año. «A ver si podemos estar incluso por debajo», apostilló. 

Desde Economía, su titular abogó por aprovechar las buenas perspectivas para adoptar una política económica «activa», que se desarrollará en 2019 con la toma de medidas para que el crecimiento se mantenga en el tiempo y sea «sostenible» a medio plazo, y se resuelvan los desequilibrios heredados de la crisis.

En esta línea, detalló que las tres líneas de política económica del Gobierno pasan por la estabilidad fiscal, las políticas sociales y una agenda de reformas que siente las bases para una expansión «justa». 

La socialista marcó la conveniencia de que se aprueben las PFE de 2019, ya que «si se arrastran los compromisos de gasto se acabaría con un déficit del 2,2%» en 2019, que otros organismos como el FMI lo elevan incluso al 2,4% del PIB.

La ministra recalcó que «es el momento de mirar más allá» y ver cómo se plantea el desarrollo de España con una agenda del cambio que consiga un crecimiento «más sostenible», a través de la implementación de medidas en el campo de la revolución tecnológica y el cambio climático, e iniciativas como la estrategia de acción emprendedora, una propuesta «ambiciosa» para gestionar la transición ecológica y, en definitiva, un conjunto de propuestas legislativas y acciones que «se irán plasmando en las próximas semanas y meses».